HORMIGAS

Hormigas

Las hormigas, cuyo nombre para la ciencia es Formícidos, pertenecen al orden de los himenópteros de donde también forman parte las avispas, abejas y algunas especies de mosca.

Las poblaciones de hormigas en el mundo llegan a los billones de ejemplares clasificadas en más de 8,800 especies, sin embargo se estima que existen muchas otras especies que aún no han sido descubiertas.

Distribución de las hormigas

Las hormigas habitan en casi todos los ecosistemas del mundo, exceptuando los lugares de frío extremo. Se conocen especies que son capaces de sobrevivir bajo el agua durante más de 10 días en estado de anestesia.

Estos insectos representan del 15 al 20% de la biomasa total de los animales terrestres en el mundo, siendo así, similar a la biomasa total de los humanos sobre la tierra.

Descripción de las hormigas

Las hormigas se caracterizan por sus antenas y por un exoesqueleto que cubre y protege sus cuerpos. Como todo insecto, no poseen pulmones y respiran a través de espiráculos ubicados en sus costados.

La mayoría de las especies de hormiga tiene una visión muy pobre, pero las antenas les permiten detectar sustancias en el aire así como vibraciones. Sus mandíbulas son muy fuertes, pues con ellas construyen nidos, transportan alimento y se defienden de sus depredadores. El color de su estructura corporal varía del rojo al negro.

El tamaño de las hormigas también varía mucho, pues la diversidad de especies que existen permite que haya diferencias físicas. La abeja reina por ejemplo, es más grande y posee alas, a diferencia de las obreras que son de menor tamaño y pueden ser distintas físicamente de acuerdo al lugar donde habitan, pero generalmente oscilan entre los .75 y 52 mm.


Alimentación de las hormigas

La mayoría son herbívoras y carroñeras, alimentándose de hongos, hojas, tallos e insectos muertos principalmente, sin embargo su dieta es bastante amplia. El canibalismo no destructivo es practicado por estos insectos, el cual consiste en alimentarse de los fluidos de las larvas pero sin llegar a matarlas.


Reproducción de las hormigas

Para el apareamiento, el macho que posee alas realiza un “vuelo nupcial” en donde atrae a la hembra alada. En algunas especies existe la poligamia. Una vez que termina el acto, las hembras buscarán hacer nuevas colonias, comenzando a poner sus huevos para protegerlos y despojándose de sus alas.

Si los huevos son fertilizados serán hembras, y si no, serán machos. Cuando estos nacen, una hormiga obrera se encarga del cuidado de la hembra y las crías.

Las hormigas reinas pueden llegar a vivir hasta 30 años. Por el contrario, las obreras viven de uno a tres años. Los machos no suelen tener mucha esperanza de vida, llegando apenas a vivir algunas semanas.


Comportamiento de las hormigas

Tienen un ordenado y muy estructurado sistema social. Se dividen en castas y contrariamente a lo que se piensa, una colonia puede tener varias reinas o incluso, no tenerlas.

La mayoría de las especies construyen complejos hormigueros, sin embargo otras prefieren hacerlos más sencillos debido a su condición nómada. Estas pueden ser elaboradas en árboles, pastos, o subterráneamente y el material con el que están hechos incluye tierra, ramas y otros componentes vegetales.

No todas las especies de hormigas trabajan en equipo, pues algunas cazan solas y muestran agresividad con las compañeras. Otras sólo atacan a las intrusas que no comparten el olor que las define como miembros de su colonia.

Cuando recorren largas distancias, un olor característico que dejan en la zona, les permite seguir el camino correcto y evitar perderse.


Hormigas y humanos

Las hormigas traen tanto beneficios como problemas a las actividades que realiza el hombre. Los formícidos son utilizados como alimento, como soluciones curativas para cerrar heridas, como controladores de plagas y como recolectoras de frutos necesarios para la vida humana.

Por otro lado, algunas especies llegan a tener picaduras dolorosas y venenosas que no llegan a matar a una persona pero sí a que tenga que recurrir a la atención médica.

De igual forma, representan un problema para el desarrollo de las actividades agrícolas, y en la vida doméstica suelen atacar casi todo alimento que no se cierre herméticamente y destruir el cableado interno de los hogares.

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